Generosidad para encontrar trabajo

Me fui a vivir con Pepe en 2000, con 22 años. Antes, había vivido con mis padres y hermanas; luego en el colegio mayor; después, con una compañera de clase y ya era el momento de vivir con mi novio.

Me había acostumbrado a llevar bien la cuenta en las tareas domésticas.

Las primeras semanas con Pepe, él no replicaba cuando yo le decía: "como yo hice la comida, luego te toca fregar a ti".

Tampoco se quejaba de que "tienes que poner la lavadora, pues yo fui a la compra".

Él, fiel a sí mismo, hacía las cosas sin rechistar y a su manera.

Un día, mientras yo estaba con mi Excel-de-la-reciprocidad a tope, me dijo.

- "Cariño, deja de hacer CARRERITAS, por favor. Eso nos va a desgastar."

- "¿CARRERITAS?"- Le respondí.

- "Sí, todas esas anotaciones que haces para llevar la cuenta. No hacen falta."

- "Y entonces, ¿qué pasa si uno hace más que el otro?"- le dije.

- "Yo seré el que haga más, si hace falta. Pero estoy seguro de que, si dejamos las CARRERITAS, los dos sabremos qué tenemos que hacer", me respondió.

Le hice caso, porque sé que él siempre ha sido mejor que yo.

Esa fue la clave de nuestra felicidad, el saber cuándo DAR.

Te dejo un vídeo con la explicación científica de por qué es mejor para ti ser una persona generosa. Te irá mejor en la búsqueda de trabajo.
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